miércoles, 21 de enero de 2015

Félix María Serafín Sánchez de Samaniego Zabala


Félix María Serafín Sánchez de Samaniego Zabala, Laguardia, Álava, 12 de octubre de 1745  Laguardia, 11 de agosto de 1801. 

Escritor famoso por sus fábulas.
De ascendencia noble. Cursó estudios en Peñaflorida, viviendo con su tío abuelo. Formó parte de la Sociedad Vascongada de Amigos del País, fundada por Peñaflorida, donde leyó sus primeras fábulas. La primera colección de las mismas fue publicada en Valencia en 1781.
De su entusiasmo por los enciclopedistas, tal vez nacido de su educación en Francia , adquirió la afición por la crítica mordaz contra la política y la religión; se burló de los privilegios, y llegó a rechazar un cargo ofrecido por Floridablanca.
Sus cuentos más subidos de tono fueron compuestos al estilo de las Fábulas eróticas de Jean de la Fontaine. 
Por estos escritos y otros de índole anticlerical, sufrió la persecución de la Inquisición: el Tribunal de Logroño trató de confinarlo en un convento en 1793 tras considerar anticlerical y licenciosa parte de su obra, y le confinó durante varios meses en un convento en Portugalete; se salvó del castigo gracias a la intervención de sus influyentes amigos. 
Son conocidos los violentos enfrentamientos literarios que mantuvo con algunos de sus colegas, como Vicente García de la Huerta y Fray Diego González. Pero, sin lugar a dudas, la más célebre y destacada contienda fue la que durante años sostuvo con Tomás de Iriarte, que había sido su amigo largo tiempo. Samaniego, que había publicado en 1781 su primera colección de fábulas, se irritó cuando Iriarte presentó la suya, publicada al año siguiente, como la «primera colección de fábulas enteramente originales».
La influencia de su educación francesa se advierte en la única obra por la que lo conocemos: las Fábulas en verso castellano para el uso del Real Seminario Bascongado  de 1781, 157 fábulas distribuidas en 9 libros. 

Samaniego ridiculiza los defectos humanos en sus fábulas, imitando a los grandes fabulistas Fedro, Esopo y La Fontaine. Aunque las fábulas de Samaniego están escritas en verso, su carácter es prosaico, dados los asuntos que trata y su finalidad es didáctica. 
Escribió una colección de poesía erótica, de tono humorístico y contenido procaz, que se publicó por primera vez con el título de El jardín de Venus.

Fueron abuelos paternos de Samaniego, D. José Antonio Sánchez
Samaniego, rico propietario, señor de las cinco villas del valle de
Arraya, cuya cabeza era la de Maeztu, y doña María Ana Teresa de Munibe
e Idiaquez, hija del séptimo Conde de Peñaflorida y hermana del
fundador de la Real Sociedad Vascongada de Amigos del País.

Abuelos maternos lo fueron D. José Joaquín de Zabala y Yurramendi,
propietario de Tolosa y doña María Rosa de Arteaga Lazcano, hermana.
del Marqués de Valmediano.

El famoso fabulista vivió largos años en Tolosa, unas veces en el palacio
de los Yurramendi, ya desaparecido, cuya capilla dedicada a San
Miguel fué saqueada por los franceses en 1794, y otras en la casa torre
de Lope de Idiaquez.

Samaniego fué Alcalde de Tolosa en 1775 firmando «Samaniego Yurramendi»,
siendo sus primeros apellidos: Sánchez Zabala.

Las fábulas fueron escritas para los alumnos del Seminario de Vergara; mas acusado de irreverente, la inquisición le procesó
y condenó, cumpliendo la expiación que se le impuso en el convento
de carmelitas del Desierto de Baracaldo (Bilbao).

Arrepentido de algunos de sus escritos pidió a su confesor que solo
se conservaran los dos tomos de sus famosas fábulas, muriendo de una.
enfermedad en el estómago en la Guardia, a los 55 años de edad, el 11 de
Octubre de 1801, siendo enterrado, como lo pidió, con hábito franciscano.

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