viernes, 18 de febrero de 2011

Crónicas para el estudio de la España Visigoda y de la Monarquía Astur-Leonesa. El condado de Castilla y el reino de Castilla.

San Próspero de Aquitania o Próspero Tirone. Nace en Limoges en 390 y muere en 455. Fue discípulo de San Agustín y primer continuador de la crónica universal iniciada por San Jerónimo. Escribió también una importante crónica histórica, el Epitoma Chronicon, que cubre los años 379-455. En esta crónica, crucial para el conocimiento de la época, Próspero cubre con mayor detalle que otros cronistas medievales los eventos políticos. Entre estos eventos se cuentan las invasiones de Atila a Galia en el 451 y a Italia en el 452. La obra fue proseguida por Víctor de Tunnuna.

Víctor de Tunnuna. Muere en 570. Obispo de la ciudad de Tunnuna en el norte de África. Autor de una importante crónica de la Alta Edad Media. Es de los primeros en usar la datación de la era cristiana en sus escritos históricos. Sólo se conserva la parte que cubre los años 444 a 566, y que continúa el Epitoma Chronicon de Próspero de Aquitania.

Juan de Biclaro, también conocido como Juan de Bíclaro, Juan de Bíclara, Juan Biclarense o Juan Biclaro, Iohannes Biclarensi). Clérigo católico y cronista de origen godo. Nació aproximadamente en el año 540 en Scallabis, entonces en la provincia de Lusitania, hoy Santarém, Portugal. Vivió durante el reinado de Leovigildo. Después de 589 fundó el monasterio de Biclarum, cuyo emplazamiento se ha situado recientemente en la población de Cabacés (Tarragona). Antes de 592 fue consagrado obispo de Gerunda, Gerona. Escribió un Chronicon sobre los años 567 al 589 que es una importante fuente para la época y una continuación de la crónica escrita por Víctor de Tunnuna. Su muerte se fecha hacia el año 621.

San Isidoro de Sevilla nació en Cartagena alrededor del año 560 y murió el 4 de Abril del 636. Su "Chronicon", es una crónica universal. En el prefacio Isidoro agradece y reconoce su deuda con Julio africano, 160 - 240 «padre» de la cronología cristiana;

con San Jerónimo- 340 al 420- Padre de la Iglesia y traductor de la biblia del hebreo y griego al latín, y a través de este con Eusebio de Cesarea, 275 - 339, autor de la Crónica y la Historia de la Iglesia donde intenta establecer sincronismos de los documentos históricos en columnas paralelas que son tablas cronológicas. El trabajo original, completo, está perdido. Pudo ser reconstruido a partir de los extractos copiados por los cronólogos de la escuela bizantina y luego por San Jerónimo.

y con Victor de Tunnuna.

La "Historia de regibus Gothorum, Wandalorum y Suevorum" trata acerca de los reyes Góticos cuyas conquistas y gobierno influenciaron pronfundamente la civilización española. La historia de los Vándalos y de los Suevos es tratada en dos cortos apendices. Este trabajo es tenido como el de mayor autoridad en relación con la historia Gótica en el oeste. Como otros trabajos históricos de Isidoro, este se basa anteriores trabajos históricos, de los cuales es un compendio. Ha llegado a nosotros en dos recensiones, una de las cuales termina con la muerte de Sisebuto en el 621, y la otra continua con los cinco años del reinado de Swintila, su sucesor

En un orden cronológico sobre las crónicas que hacen referencia a la monarquía asturiana y a su historia la de mayor antigüedad es la Crónica Albeldense y a continuación la Crónica de Alfonso III.

La Crónica Albeldense es la más antigua de las Crónicas Asturianas. Es llamada así por haberse conservado en un Códice del Monasterio de Albelda, que le da nombre. San Martín de Albelda, hoy en ruinas, estuvo situado en el término municipal de Albelda de Iregua en La Rioja.

Se ignora quién fue el autor. Está escrita en un latín corrompido y con un estilo sencillo sin gran belleza. Termina en el año 883. La Albeldense tiene un propósito casi enciclopédico. Su contenido es una miscelánea de datos muy breves de historia universal en la que se integra el Reino de Asturias hasta el 18 año de reinado de Alfonso III.

De la Crónica de Alfonso III, 840-910 la primera «versión» es la Crónica Rotense y posteriormente aparece la Crónica Ovetense la cual hacía mayor hincapié en la línea de considerar a Pelayo como sucesor de los Reyes de Toledo, es decir del reino Visigodo. Está escrita en un latín bastante bárbaro, se creé que por un laico, que para muchos estudiosos sería el mismo rey Alfonso III ya que en una frase referida a la ciudad de Viseo, en Portugal, se dice que fue poblada “por nuestro mandato”, frase que sólo el rey podía escribir. La obra pretendía haber sido una continuación de la Historia de los godos del obispo Isidoro de Sevilla y terminaba al final del reinado de Ordoño I. “Muerto Ordoño, su hijo Alfonso III le sucedió en el trono”.

Una vez redactada, el rey la envió a su sobrino el obispo Sebastián, quien mejoró el estilo retocando su tosco latín, censuró fragmentos e introdujo ciertas correcciones ideológicas como las del noble origen de Pelayo, la exculpación del clero o la exaltación de la intervención goda en el origen del Reino de Asturias. Esta versión corregida y notificada es la conocida como la versión A Sebastián o Sebastianense. Por tanto la Rotense sería la redacción primitiva de la llamada Cronica de Alfonso III, anterior a la Sebastianense y consecuentemente menos manipulada.

No se conserva el original Rotense. La copia más fiel es la del Códice de Roda del siglo XI que da nombre a esta versión de la Crónica de Alfonso III.

Denominada así porque va precedida de una introducción y de una carta de Alfonso III a Sebastián que unos identifican con el obispo de Orense (por aparecer citado en la crónica Albeldense) y otros dicen que sería el sobrino de Alfonso III, obispo de Salamanca.

No se conserva el original y ha llegado hasta nosotros por diversos códices, como el ovetense de Ambrosio de Morales (y por ello algunos llaman Crónica Ovetense a la versión Sebastianense). El texto fue recogido, a mediados del siglo XVIII, por el P. Flórez en su España Sagrada y fue quien la denominó "ad Sebastianum".

La fecha y lugar de redacción coinciden con la otra versión de la Crónica de Alfonso III, la Rotense. Es decir, al citarse en la crónica la toma de Viseo, su redacción tuvo que ser posterior al 887-888 y en Oviedo puesto que por dos veces figura en el texto "hanc" (en este lugar) refiriéndose a Oviedo o, por lo menos, a Asturias.

En la versión Rotense cuando se habla de don Pelayo no se precisa qué reyes fueron sus antepasados. En la Sebastianense éste sería elegido por los godos de linaje regio refugiados en Asturias, además de hacerle descendiente e Leovigildo y Recaredo.

La Crónica de Alfonso III se atribuye al propio Alfonso III, y que abarca un espacio de tiempo que va desde el reinado de Wamba del 672 al 680 hasta el final del reinado de Ordoño I entre los años 850 y 866.

Crónica de Sampiro es un texto escrito en latín por el obispo de Astorga Sampiro al principio del siglo XI. El texto abarca desde el 866 d.C. hasta el 999 d.C., es decir, los últimos años de reinado de Alfonso III de Asturias y los reinados de sus sucesores hasta Alfonso V. Es continuadora de la Crónica Albeldense que finaliza su relato en el año 883 y de la de Alfonso III.

HISTORIA DEL YA Reino de Castilla.

Crónica Silense. Escrita por un monje del monasterio de Santo Domingo de Silos a unos 60 kilómetros al sur de la ciudad de Burgos. Principios de siglo XII.

Crónica Najerense. La Crónica Najerense, cuyo título original es Chronica Naierensis compuesta en el monasterio benedictino de Santa María la Real de Nájera, es una crónica del último cuarto del siglo XII. Escrita en latín que narra una historia universal emprendida desde la Creación que continúa con la bíblica, la de la antigüedad clásica y de la Hispania visigoda hasta llegar a la historia contemporánea de los reinos de Castilla y León.

Constituyó el modelo para la historiografía hispano-latina posterior.

Se trata de una compilación realizada a partir del agregado de fragmentos de obras anteriores, como la obra histórica de San Isidoro o el Corpus Pelagianum, obra supervisada por el obispo de Oviedo don Pelayo, muerto a mediados del siglo XII. Sirvió de fuente al linaje del Cid.

Historia Roderici, si bien esta última debió ser anterior, pues influyó en la Crónica Najerense.

Pedro Coméstor Historia Scholastica.

Corpus Pelagianum, obra supervisada por el obispo de Oviedo don Pelayo.

De Rebus Hispaniae del arzobispo Rodrigo Jiménez de Rada por encargo de Fernando III el Santo. Historia gótica o Crónica del toledano, nueve libros, en la que se describe la historia de España desde sus orígenes hasta 1243. Ha sido una fuente crucial para el estudio de la Historia de España.

Arzobispo de Toledo durante casi cuarenta años, consiguió la Primacía de esta sede y fundó su actual catedral sobre la antigua mezquita; sirvió como consejero y diplomático del rey de Navarra Sancho VII y de los castellanos Alonso VIII y Fernando III, de quien fue canciller; organizó la cruzada cristiana contra los almohades de Al-Ándalus, dirigiendo personalmente varias campañas de la guerra de Reconquista, entre ellas la de Las Navas de Tolosa. Enterrado en el monasterio de Santa María de Huerta.

Chronicon mundi de Lucas de Tuy

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