jueves, 14 de mayo de 2009

Así fue Madrid. Madrid, ciudad de ríos y fuentes.

El origen del espacio que hoy está ocupado por la plaza de España de Madrid era un amplio espacio de huertas, regadas por el arroyo Leganitos, arroyo que nacía en la Fuente de los Caños, denominada posteriormente de Leganitos. Esta fuente desaparecio en el año 1769.

El principal río de de Madrid es el Manzanares, que penetra en municipio en el entorno del Monte de El Pardo alimentando el embalse del mismo nombre, al que también llegan las aguas de los arroyos de Manina y Tejada. Pasado este espacio natural, el río comienza su curso urbano en torno a la ciudad universitaria, entrando después, brevemente, en la Casa de Campo, donde recibe las aguas del arroyo de Meaques. En este tramo más propiamente urbano, hacia el puente del Rey, recibía las aguas de arroyo Leganitos, su vaguada es el paseo de San Vicente, luego la de otro arroyo que discurría por la Calle de Segovia, y más adelante las aguas del arroyo de la Fuente Castellana, situada en los llamados Altos del Hipódromo, hacia donde está el actual Museo de Ciencias Naturales, y la vaguada del arroyo discurría por el actual eje Castellana-Prado. En su siguiente tramo sirve de frontera entre numerosos distritos, dejando en su margen suroeste a los de Latina, Carabanchel, Usera y Villaverde y en el noreste a los distritos Centro, Arganzuela, Puente de Vallecas, Villa de Vallecas y al resto de la ciudad. En esta fase, concretamente entre los distritos de Arganzuela y Puente de Vallecas, recibe el cauce del soterrado arroyo Abroñigal, cuyo recorrido coincide en su casi totalidad al de la autopista M-30, al usarse la depresión causada por su cauce como medida de insonorización de la vía rápida; también recibe las aguas del arroyo Butarque, éstas en torno al distrito de Villaverde. A su salida de la ciudad de Madrid, el río entra en el extremo oriental del municipio de Getafe, donde recibe las aguas del arroyo Culebro, para desembocar poco después en las aguas del río Jarama, ya en el entorno de Rivas-Vaciamadrid.

Además de los que desaguan en el Manzanares, existen otros pequeños cursos fluviales en la ciudad de Madrid y en su entorno. Es el caso de arroyos de la Moraleja, de la Vega, Valdelamasa o Viñuelas, que desaguan directamente en el Jarama o del arroyo Cedrón, que lo hace en el río Guadarrama.

En la villa de Madrid eran conocidos como VIAJES DEL AGUA el sistema de captación de aguas subterráneas para abastecimiento de la población, y el único sistema utilizado en Madrid desde su fundación en época musulmana en el siglo IX y hasta mediados del XIX en que se creó el Canal de Isabel II. Los madrileños siempre se mostraron orgullosos por abundancia de agua en la villa y por este sistema de captación de las mismas.

May~ra, y su composición, May~rit, dio origen al de la ciudad. Su aprovechamiento cultural y su explotación turística aún no han comenzado. Recordemos que el antiguo escudo de Madrid 4 consistía en una alegoría al agua y al pedernal. Según López de Hoyos «representaba sobre unas ondas de agua, un pedernal semisumergido en agua, con dos eslabones a los lados entrelazados que lo hieren, haciendo que se produzcan centellas de fuego». Al pie, la siguiente leyenda: «Fui sobre agua edificada, / mis muros de fuego son, / esta es mi insignia y blasón».

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