martes, 31 de marzo de 2009

Almagro. Plaza Mayor.






Plaza Mayor con el Ayuntamiento al fondo y la iglesia de San Agustín, ahora sala de exposiciones. En su interior se pueden ver unos mágnificos frescos recientemente restaurados.
Entrada al Museo del Encaje en la Plaza Mayor.












Olivenza. Iglesia de Nuestra Señora de la Magdalena.



Puerta de estilo Manuelino que recuerda la existente en la Iglesia de la Nuestra Señora de la Asunción de Elvas.



Es el interior de la iglesia de Nuestra Señora de la Magdalena uno de los más bellos ejemplos del estilo Manuelino donde confluyen elementos del gótico y del mudéjar, además de los renacentistas.









Almagro. Monumento a las encajeras.

Almagro da nombre a la producción de encaje de bolillos que se hacía en el Campo de Calatrava. En esta ciudad estuvo la sede de la Mesa Mestral de la orden militar de Calatrava durante la Edad Media. En la segunda mitad del siglo XVI se hicieron cargo de la explotación de las minas de mercurio de Almadén los Fugger, los Fucares como se le llamaba, y se supone que con ellos vinieron los encajes de bolillos pues a partir de esta época hubo un auge de la fabricación de encajes de bolillos en toda la zona del Campo de Calatrava. La elaboración de encajes fue siempre obra de mujeres. De niñas aprendían de sus madres y abuelas la técnica y los motivos, y así hacían un aporte complementario de ingresos para la economía familiar. Sobre la base de esta vieja tradición, Manuel Fernández y su mujer, Rita Lambert, en 1766, canalizaron la producción de los encajes de la zona, proporcionando nuevos diseños y muestras de encaje a las mujeres que los seguían realizando en sus casas. En 1796 se establece en Almagro Juan Bautista Torres, procedente de Mataró, que introduce en la zona la realización de blondas para mantillas. Los modelos eran catalanes, florales preferentemente. Fueron estas blondas las que dieron fama a los encajes de bolillos de Almagro, probablemente porque la mayoría de las blondas catalanas se exportaban directamente a Europa, quedando las de Almagro para el consumo nacional y de las colonias americanas. Las blondas que se hacían en Almagro eran copia exacta de las catalanas, pero contorneadas con un hilo más grueso. Los mismos modelos se repetían también con hilo. Existe igualmente una mantilla típicamente almagreña hecha sólo con seda recorcida y utilizando decoraciones de arcos apuntado y rosetones cuadrifoliados que recuerdan la arquitectura gótica. Esto es curioso, puesto que no es el gótico un estilo artístico que tuviese gran desarrollo en esta zona. La tradición de los encajes de hilo nunca se perdió y se siguen haciendo hoy en día, pero con grave peligro de desaparecer.

Teatro y anfiteatro romano de Mérida. Bádajoz.

El cónsul romano Marco Agripa fue el principal promotor de la construcción de Teatro, que se comenzó hacia en el año 16 a.C. Las modificaciones fueron continuas, y ya, en el año 105 se levantó un nuevo frons scaenae, remodelado posteriormente en el 333. De su primer diseño quedan el porticus postscaenae o parte posterior de la escena, y el graderío. Consta de un graderío semicircular para 5.800 personas dividido en tres alturas. Se utilizó la ladera del monte San Albín para facilitar su construcción. Tiene un diámetro de casi 96 metros. A estas gradas se accedía mediente 13 puertas que comunicaban con los vomotorium. En su centro y parte más baja se sitúa la orchestra también semicircular -de 30 m. de diámetro-, con las tres gradas de la poedria, reservadas para la alta sociedad emeritense y delimitadas con un murete semicircular de separación. Esta orchestra estaba recubierta de mármol, y en su frente se levanta la vertical del podium, el frons pulpiti, compuesto sucesivas exedras rectas y curvas. Además de la 13 puertas de acceso al graderío, tiene dos más para entrar en la escena. El frente de la escena es elemento más conocido del conjunto. Sobre podiums de 2,5 metros de altura, recubiertos de mármol, se elevan dos cuerpos de columnas corintias de casi 30 metros. Las basas y capiteles de mármol blanco y los fustes de mármol azul. Sobre cada orden de columnas se extienden sus correspondientes entablamentos con arquitrabe, friso y cornisa, todos ellos decorados. Entre estas, se situan estatuas imperiales divinizadas, dioses y personajes clásicos: Ceres, Plutón, Júpiter, Proserpina... Entre todo este conjunto se abren las tres puertas de acceso a la escena.Por detrás de esta fachada hay diversas estancias para actores y demás personal. La superficie del escenario, el pulpitum, estaba recubierta de madera bajo la cual se distribuían los útiles necesarios para la formación de los telones, decorados y demás elementos de la escena. En la parte posterior de la escena, fuera del teatro en sí, se construyo un jardín porticado, presidido por una pequeña cámara consagrada al al culto imperial. Por su lado este se accede al una domus, la casa del teatro-, con peristilium y ricos mosaicos. En el fondo, en un lateral de la plaza, se localizan unas letrinas de uso público. La modificaciones continuaron en tiempos de Trajano y en el año 333 se pavimentó nuevamente la orchestra y se modificaron las puertas de acceso. Una vez implantado el cristianismo en el mundo romano, las representaciones, consideradas paganas, son prácticamnete suprimidas, y el teatro cayó en desuso hasta nuestros días.
El Anfiteatro romano de Mérida fue inaugurado en el 8 aC. y estaba destinado a las luchas entre gladiadores, entre fieras o entre hombres y fieras con un graderío apto para 15.000 espectadores dividido en tres zonas. De éstas sólo se conserva actualmente la inferior, ya que las dos superiores fueron utilizadas como cantera para construcciones adyacentes.

lunes, 30 de marzo de 2009

Elvas. Portugal.

Pelourinho, rollo o picota, manuelino del siglo XVI, y la llamada Puerta del Templo de la primera cerca musulmana.
Panorámica de la Plaza del Ayuntamiento desde la Puerta de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, con el edificio del antiguo Ayuntamiento al fondo.
Subida al Castillo desde la Plaza del Ayuntamiento por la calle de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.
Arco del Reloj de la muralla musulmana.

Edificio del antiguo Ayuntamiento.
Plaza del Ayuntamiento.



Puerta de Olivenza.












Elvas. Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.

Presidiendo la Plaza del Ayuntamiento dentro de la primera cerca islámica del siglo VIII.










Construida en el S.XVI en estilo manuelino y con reminiscencias moriscas, fue reformada en el S.XVIII en estilo barroco. Se encuentra en la Praça da República, que es el centro neurálgico de la ciudad. Fue catedral desde 1570 hasta 1882, mientras Elvas era sede episcopal.

Con la fundación del Condado Portugalense y la posterior creación del Reino de Portugal, el avance de la Reconquista hacia el sur se mantuvo imparable. Siendo el año 1166, Afonso Henriquez, primer rey de portugal, toma la ciudad por primera vez a los musulmanes, que desde Badajoz la recuperan poco después. Tres años mas tarde la conquista nuevamente. Desde allí el belicoso caudillo portugués, ataca por sorpresa Badajoz, que era tributaria de León. Ya dentro de la población y ante la llegada de los leoneses, el rey Alfonso Enriquez sufre un accidente en su salida precipitada de la ciudad, golpeándose con una puerta, cayendo herido y siendo hecho prisionero por el rey leones. Perdida nuevamente Elvas en el año 1200, Sancho I la conquista por otro corto periodo de tiempo, hasta que el 8 de Julio de 1226, Sancho II, la toma de forma definitiva levantando sobre anteriores restos musulmanes el castillo que domina la ciudad.

domingo, 29 de marzo de 2009

Olivenza. Interior de la iglesia de Nuestra Señora de la Magdalena.


La Iglesia de la Magdalena de Olivenza es uno de los mejores ejemplos de estilo manuelino. Su construcción se inició en el siglo XVI y consta de tres grandes naves. En su interior se pueden apreciar bellos mosaicos y el retablo mayor, que data del siglo XVIII. Construida en 1510 en estilo manuelino portugués. Lo que más me sorprendió fue la gran cantidad de azulejos decorados que tiene en sus paredes interiores, al más puro estilo portugués.
Está considerada como la de Pueblo y la mas guapa, mientras que la iglesia de Santa María del Castillo era de los Señores y más bonita.